El portavoz de Cs l’Hospitalet, Miguel García (en el centro), en los instantes previos al debate
La publicación de ‘El Llobregat’, con la colaboración de la televisión ETV, ha celebrado un debate entre las siete fuerzas políticas con representación en el Parlament de Catalunya. Miguel García, portavoz de Cs l’Hospitalet, ha participado en representación de la formación naranja, junto a Xavier Fonollosa (Junts per Catalunya), Jordi Albert (ERC), David Pérez (PSC), Candela López (Catalunya en Comú-Podem), Manuel Reyes (PP) y Vidal Aragonés (CUP).
El debate íntegro será emitido por ETV durante la campaña electoral. En este artículo os avanzamos un resumen de las intervenciones de Miguel García divididas en cada uno de los cinco bloques tratados.
¿Qué es lo mejor para el Baix Llobregat y l’Hospitalet?
Lo mejor es abrir una nueva etapa con un gobierno que apueste por la convivencia; que ponga en valor la pluralidad y la densidad de la sociedad catalana; y que trabaje para mejorar los servicios públicos. Es capital. Llevamos demasiados años paralizados por un proceso a ninguna parte, que lo único que genera es confrontación, inestabilidad, frustración y empobrecimiento. Esto ya se ha demostrado con la salida de las empresas. Han gobernado despreciando a más de la mitad de la población catalana, prometiendo una independencia fácil, sin costes y que sería respaldada por todo el mundo. Y se ha visto que no ha sido así. La Unión Europea les ha dicho por activa y por pasiva que fuera de España no caben. Pero siguen, erre que erre, en la mentira permanente. Y eso no es bueno ni para Catalunya ni para el Baix Llobregat y l’Hospitalet. Después de tantos años de ciencia ficción, queremos llevar la política catalana a la realidad, queremos construir entre todos una Catalunya nueva, generando riqueza y esperanza de un futuro mejor.
Crisis política. ¿Por dónde pasa la solución al conflicto institucional?
No podemos seguir con un gobierno que se salte las leyes. El próximo gobierno tiene que ser dialogante, tolerante y que escuche a todos. Tenemos una puerta de esperanza para solucionar el conflicto. El 21-D tenemos la oportunidad de cambiar eso y no dar paso a un gobierno que vuelva al bucle. Sería lamentable y no resolveríamos nunca el conflicto. Y cuando se habla de diálogo, que estamos de acuerdo, se trata de decir con quien y para qué. Sobre todo, los que dicen que quieren llegar a Ítaca sin dar un paso atrás. Se habla de sentimientos, pero el sentimiento no es fuente de derecho. Si se van a basar en el albur de los sentimientos nobles de algunos ciudadanos, sin raciocinio y equidad en una Europa en la que nos hacemos todos falta, será imposible resolver el conflicto, sobre todo, por las fuerzas que han gobernado hasta ahora, que hablan de diálogo, pero no se lo creen.
Economía. ¿Qué medidas económicas se tendrían que impulsar en el territorio?
La primera medida es reconstruir la estabilidad y la confianza en Catalunya, que se ha perdido en Europa por el proceso independentista. El ejemplo más claro ha sido la designación de la Agencia Europea del Medicamento. Tenemos las condiciones óptimas para que la economía crezca: capital humano, ubicación, conexión, tejido económico… Podemos competir con las mejores regiones del mundo. Pero si no salimos de este impás, no podremos. Llevamos muchos años bloqueados. En un mundo globalizado, no te puedes dormir. Y estamos perdiendo este tren. ¿Por qué se van las empresas de Catalunya? Porque no hay confianza. El capital huye. En Madrid, en Valencia, en Baleares están que se relamen. Mira si se pierden puestos de trabajo; tendremos más paros, menos camas en los hospitales… Todo generado porque no somos capaces de poner la proa hacia la prosperidad en este país.
Entran en vigor las restricciones en la circulación de vehículos contaminantes. ¿Qué os parece?
En algunas cosas estamos de acuerdo con ERC, ve como no somos sectarios. Lo suscribo todo salvo que se puede hacer igual desde la república catalana como desde otro tipo de gobierno. El cambio climático no tiene fronteras. No podemos dejar al albur de la especulación más feroz y permanente la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Pero no podemos expulsar, al mismo tiempo, a las empresas y a los generadores de empleo. Hay que generar riqueza para redistribuida. Eso es lo que la CUP no entiende. En l’Hospitalet se está trabajando ahora el PDU de la Granvia, un Manhattan que se está construyendo en un área de una ciudad con una densidad de las mayores de Catalunya. No ha resuelto el problema de la movilidad. Dice que vamos a tener 36.000 personas trabajando, pero no se van a poder ni mover. Vamos a emitir miles de toneladas de CO2, pero no se ha pensado en eso, se ha pensado en la especulación. Necesitamos algo más que la economía: calidad de vida.
¿Estamos mejor o peor que antes del 27-S? Hablamos de educación, sanidad, pobreza, violencia de género…
Ha sido una legislatura sangrante. En los presupuestos de 2012 había partidas sociales con mucho más presupuesto. Entonces la Generalitat tenía 4.307 millones menos que en 2007 y fíjese como los supo poner en partidas sociales. En los programas de protección social se invirtieron 37 millones más; en prestaciones sobre la dependencia 58 millones más; el Servei Català per l’Ocupació contaba con 55 millones más; ERC no solo no ha revertido los recortes de Convergència sino que ha apretado más las tijeras con el ‘procés’. El riesgo de pobreza es ahora más alto que hace cuatro o seis años, según el Idescat; las listas de espera han aumentado… En definitiva, con la independencia Catalunya es más pobre y las políticas sociales se están quedando atrás. Es verdad que el PP tiene culpa también y no lo podemos obviar. Pero aquí hemos estado por el monotema y no por solventar los problemas de los ciudadanos.
Accede en este enlace al resumen del debate publicado en la edición digital de El Llobregat
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