L’Hospitalet es la ciudad con más densidad de población de Europa y el gobierno de la ciudad, lejos de tratar de revertir la situación, no hace más que incentivar la presión demográfica, facilitando la construcción de nuevas viviendas en el cada vez más escaso suelo sin edificar de la ciudad. Es posible que para el gobierno local esta sea una forma sencilla de aumentar los ingresos municipales a través de más impuestos de construcciones, plusvalías e IBI, pero lo que hace paralelamente es aumentar la presión sobre el escaso espacio público, facilitando los conflictos de convivencia, y saturar aún más los ya de por sí insuficientes equipamientos sociales de la ciudad. Luego el Ayuntamiento es el primero en denunciar que el 40% de las aulas de la ciudad supera la ratio establecida o que no paran de aumentar los centros educativos con barracones. Por no hablar de la insuficiente oferta de educación de 0 a 3 años, la falta de plazas en residencias para personas mayores o la saturación de la atención sanitaria primaria. Desgraciadamente, para el PSC el suelo urbano es un bien para especular sin pensar en el mañana y su única política urbanística es facilitar toda promoción inmobiliaria que se le proponga. Para Cs, en cambio, el suelo en l’Hospitalet es un recurso escaso que se debe planificar pensando en las necesidades de zonas verdes, espacios de convivencia y equipamientos sociales para el bienestar de los hospitalenses.
Artículo de Miguel García publicado en el Diari de l’Hospitalet