La sociedad catalana es una sociedad bilingüe. Esta realidad, que debería ser motivo de orgullo como muestra de la riqueza cultural y de la diversidad de Cataluña, es algo que los partidos que rigen la Generalitat llevan más de 40 años tratando de erradicar, ocultando de la esfera pública e institucional la lengua mayoritaria de los catalanes y común con el conjunto de los españoles. Donde se ha hecho más sangrante esta política mal llamada de normalización lingüística (cuando lo normal es que las instituciones democráticas reflejen lo que es normal en la calle) es en la educación, donde se procura dignificar como inmersión lo que es una mera exclusión como lengua vehicular de la lengua materna de la mayoría de los alumnos de la enseñanza, sin preocuparse de los efectos perjudiciales sobre su proceso de aprendizaje y saltándose los derechos, leyes y resoluciones judiciales que hagan falta para imponer esta exclusión. Se suele recurrir al pretexto de la protección de la lengua minoritaria para ocultar el verdadero propósito de esta política, que no es otro que excluir la lengua común para fomentar el separatismo. Los dos partidos que han gobernado España en los últimos 40 años han facilitado esta exclusión para conseguir los votos de los independentistas, especialmente el partido socialista. Es hora de que hagamos una Cataluña inclusiva, de todos, donde las personas estén en el centro de las políticas y no se usen las lenguas para confrontar a los ciudadanos. Cs siempre defenderá que Cataluña somos todos.

Artículo de Miguel García, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de l’Hospitalet, publicado en la edición de Enero del Diari de l’Hospitalet