En una ciudad como l’Hospitalet hay muchas necesidades sociales que atender: dificultad para acceder a una vivienda, personas con discapacidades, menores en riesgo de exclusión social, personas mayores solas… Cabría esperar que un partido como el socialista priorizara este tipo de políticas pero, a la hora de la verdad, escatima en políticas sociales. Es frecuente ver cómo deniega recursos a proyectos sociales como ayudas para personas con parálisis cerebral, centro abiertos para menores en riesgo de exclusión social, programas de acompañamiento a personas mayores que sufren soledad, fomento a la economía social para la inclusión laboral de personas con discapacidad y un largo etcétera, mientras se dedican abundantes recursos a la promoción mediática de la alcaldesa o se subvenciona generosamente actividades con un interés general mucho más discutible pero que le pueden brindar un buen puñado de votos al partido socialista.

Patrimonio del Ayuntamiento como las antiguas fábricas Godó i Trias, Can Trinxet o Albert Germans prefieren cederlas a grandes empresas como una corporación china de “medicina tradicional” (pseudociencias) o dejar que se degraden antes que destinarlas a equipamientos sociales tan necesarios como residencias para mayores, guarderías o ambulatorios. Señora alcaldesa, las políticas sociales no basta con verbalizarlas antes de las elecciones, hay que aplicarlas.

Artículo de opinión de Miguel García, portavoz de Cs en el Ayuntamiento de l’Hospitalet, publicado en el Diari de l’Hospitalet