– La pandemia ha cambiado las previsiones iniciales del mandato. ¿Cuáles son ahora las prioridades para Cs?

-Conseguir que nadie se quede atrás. Hicimos un Pacto de Ciudad que no ha ido más allá de hacer una fotografía, como muchos de los anuncios de Núria Marín. Es una muestra de cómo actúa el gobierno del PSC. Por ejemplo, han rechazado la moción que presentamos en el último Pleno para que la Godó i Trias se destine a equipamientos sociales. La ciudad está falta de servicios para gent gran o educativos. Tampoco han querido prorrogar la moratoria en el pago de la tasa de terrazas de bares y restaurantes, uno de los sectores que peor lo está pasando y que aún tiene una larga temporada difícil por delante.

– Visto el último año, ¿cuál cree que es el modelo de ciudad idóneo para L’H?

-No solo ahora. Lo llevamos diciendo toda la vida. Queremos una ciudad para la personas, con equipamientos sociales, servicios para los mayores, más guarderías y centros sanitarios. El gobierno del PSC, sin embargo, está montado en una vorágine para ofrecer cualquier espacio libre a la especulación e instalado en la política del totxo. Vivimos en un municipio de gran densidad demográfica y esto va a más. Estamos faltos de espacios y servicios, y se ha visto acentuado con la pandemia. Necesitamos zonas verdes para pasear, nuestros abuelos requieren servicios que les atiendan, como residencias y espacios de encuentro, y los CAP están saturados.

– El plan Granvia-Llobregat se ha visto alterado por dos sentencias judiciales. ¿Qué se debe hacer ahora?

– El PDU Granvia hay que rehacerlo por completo. Insisto en que el gobierno de Núria Marín está instalado en la cultura del totxo. Nosotros no estamos en contra del progreso, como el clúster biomédico o el soterramiento de las vías, pero nos oponemos a que se construya más. Necesitamos más espacio libre y por mucho que diga Francesc Belver [el portavoz socialista] es un proyecto especulativo y las constructoras están esperando para edificar. No han escuchado a los grupos municipales ni a la sociedad, y ahora hay dos sentencias.

– Los tribunales han citado a declarar a los investigados por el caso del Consell Esportiu. Usted que conoce el entorno del deporte, ¿qué cree que ha ocurrido?

– Es fruto de las malas prácticas creadas por el PSC de la ciudad en 42 años de gobierno, esa red clientelar que se ha tejido con los años y que Ciudadanos lleva tiempo denunciando. Y me sabe mal por Cristian Alcázar, al que conozco y estoy seguro de su honestidad y que es incapaz de meter la mano, aunque nadie está libre de meter la pata. Esperaremos a la decisión de los tribunales, si deciden imputar y abrir juicio oral, y entonces pediremos las responsabilidades políticas oportunas.

– La presidenta del Parlament ha encargado la formación del Govern de la Generalitat a Pere Aragonés. ¿Cómo puede incidir esta legislatura en L’Hospitalet?

– Muy mal, tanto en L’Hospitalet como en Catalunya. Van a seguir con la misma historia y piden la libertad de los políticos presos para volver a hacer lo mismo. No les importan los temas sociales ni la economía de Cataluña, que había sido motor de España y que ahora está a la cola y le costará más que al resto recuperarse. ¡Qué podemos esperar de un gobierno de ERC y JuntsxCat, y con la CUP, que además es antisistema!

– Tras las elecciones al Parlament y la fallida moción de censura en Murcia, Cs no pasa por su mejor momento. ¿Cuál es la situación en L’H?

– Tanto el grupo municipal como el partido están muy unidos, somos una piña, tendríamos que ser ejemplo para todos. Porque un partido de centro liberal, constitucionalista, hace más falta que nunca en España. Porque la polaridad es cada vez más acentuada y los rojos son cada vez más rojos y los azules, más azules.